PAISAJES MICRO-CÓSMICOS

Exhibición de Karina Flores, con curaduría de Camila Arbeláez,
inauguración jueves 19 de junio.

Paisajes micro-cósmicos es un ensayo visual y sensorial que plantea preguntas urgentes sobre la relación entre vida, tecnología y entorno en la era del Antropoceno.
¿Qué ocurre cuando repensamos la escala?
¿Qué mundos emergen cuando articulamos ciencia, arte
y conciencia ecológica como una sola materia viva?

Brindis por cortesía de @lisley.uy @estrelladamm

Un paisaje no siempre se recorre desde la superficie de la tierra, a veces, se explora a través del microscopio o se orbita desde la estratósfera.En la exposición Paisajes Micro-Cósmicos en Magma Futura, la artista Karina Flores nos propone pensar el paisaje como una operación de escala, un ejercicio experimental de concentración y expansión de la mirada.

Esta exposición reúneun conjunto de piezas que invitan a habitar zonas de contactoentre el arte, la biología, la física y la química, desplazando constantemente nuestra percepción desde lo ínfimo hasta lo inconmensurable. En la sala principal, una colonia de Chlorella, microalga unicelular con capacidades fotosintéticas, se mantiene viva dentro de una placa de Petri observable a través de un microscopio. Un video proyectado en grandes pantallas revelasu actividad: organismos mínimos, apenas perceptibles al ojo humano, que condensan una historia de miles de millones deaños.La biomasa producida a partir del crecimiento de la colonia de clorela en el estudio-laboratorio de Karina, ha sido empleadapor la artista para dar forma a un grupo de esculturas irregulares y de apariencia orgánica distribuidas por el espacio. Son estructuras que remiten visualmente a las más antiguas formaciones de comunidades bacterianas de las que se tiene registro fósil, los estromatolitos, tapetes microbianosde cianobacterias, las primeras formas de vida que fueron capaces de transformar la atmósfera terrestre. Karina trabaja con estos organismos como si fueran tecnologías vivas, portadoras de información metabólica y energética. Las microalgas convierten la luz solar en energía química medianteun mecanismo altamente eficiente, la fotosíntesis. Este proceso, una de las primeras formas de captura energética en la Tierra, precede por eones cualquier invención humana, ysigue siendo un potente modelo biotecnológico.

En la sala inmersiva conocida como La Nave, el foco cambia de escala. Vemos un conjunto de partículas moviéndose enérgicamente en una especie de sopa primordial. Entre ellas, un objeto artificial, el satélite soviético SL8R/B (hoy fuerade funcionamiento y el cual Karina ha estado siguiendo conatención por los últimos meses) entra y sale de las pantallas en lo que parece ser el vasto negro del cosmos. El paisaje del video se mueve entre la abstracción y la imagen reconocible,lo que parece biológico se confunde con lo astronómico. En esta misma sala, advertimos también la presencia de una estructura en forma de antena de radiocomunicaciones, hecha de bioplástico y partículas de clorela, y sostenida sobre un pedestal de hierro. La antena no transmite ni recibe informaciones, aunque el vínculo espacial entre satélite y antena nos quisiera hacer intuir un diálogo posible o, por lo menos, una búsqueda de encuentro entre estos dos objetos solitarios.

Las conexiones entre microalgas y satélites, biomasas y estructuras tecnológicas humanas, no son sólo simbólicas, sonmateriales, energéticas y temporales. Un punto de encuentro plausible es el hierro, consumido por las microalgas y uno de los elementos cruciales para su actividad fotosintética. Ese mismo hierro está también presente en las estructuras que sirven como sostén a las esculturas en exposición, incluida la bio-antena. Su origen es el mismo para todo el cosmos, creado en las inmensas explosiones de supernovas, cuyas nubes de gases han viajado por todo el universo dando las condicionespara la formación de nuestro sistema solar, el planeta tierray la vida en él.

No escapamos al nexo elemental entre organismos vivos y máquinas humanas artificiales. En sus propuestas, Karina no impone narrativas, más bien abreel terreno a la especulación. Sus piezas funcionan comoensayos visuales, donde la puesta en juego de la materia abre espacios fuera de los lugares comunes, de la escala cotidiana,del paisaje fijo. La exposición se organiza como una red dinámica de elementos conectados, químicos, biológicos,ópticos, electromagnéticos. La escultura de bioplástico a modo de antena, el satélite fuera de órbita y la colonia de microalgas dialogan no por medio del lenguaje, sino de la resonancia material. El paisaje microcósmico es un sistema abierto, donde la observación empírica, el dato científico y la imaginación especulativa conviven.

Al alternar escalas, Karina ensaya una metodología deexploración que es al mismo tiempo estética y científica. Comoquien observa con curiosidad la vida desenvolviéndose en una placa de Petri o detecta señales entre ruidos cósmicos, Karina nos propone mirar el mundo con atención ampliada, corrernos momentáneamente de la escala humana, leer el presente a través de las partículas originarias, y pensar el futuro desde organismos que ya lo anticipan. Nos invita a hacer conjeturas,a imaginar tecnologías no centradas en la extracción ni el dominio, sino en la simbiosis, la bioregeneración y el aprendizaje con lo no-humano.

Camila Arbeláez
Curadora
Junio 2025 / Magma Futura